El pívot malagueño se marchó a Mallorca Palma Futsal abalado por dos ascensos y un buen rendimiento en Primera División y, dos campañas después, decide ponerse a las órdenes de Tete

Nando Torres se suma a la escuadra universitaria como un guerrero más dispuesto a darlo todo en la lucha por objetivos importantes en la categoría de plata del fútbol sala nacional. Vuelve a la que fue su casa con más ilusión, ambición y experiencia. Una vez abandonó el equipo de su tierra, en el que se formó, logró dos ascensos y debutó en Primera, se unió a las filas del todopoderoso Mallorca Palma Futsal y también jugó cedido en Santa Coloma. En un mismo curso, con ambos conjuntos, disputó 11 partidos de Liga y creció al lado de jugadores de mucho potencial.

La pasada campaña cambió de destino, se marchó a Burela y dio un paso adelante en su rendimiento. Se convirtió en una de las piezas ofensivas más destacadas y ayudó a la entidad gallega a llegar hasta la final del play-off de ascenso donde cayó frente al Alzira, que sí logró dar el salto a la élite. El pívot natural de Málaga completó 33 encuentros y firmó 19 dianas.

En el Argüelles ya conocen las prestaciones de la tercera cara nueva del plantel verde para la campaña 2023/2024. “Donde está uno más a gusto que en casa. Es lo que siempre he pensado. Este equipo tiene ambición y un proyecto muy bueno e interesante”.

Nando, en estas palabras, demuestra las ganas de ponerse a las órdenes de Tete y mejorar las cifras que firmó en su anterior etapa. Debutó en Segunda División en la semifinal del play-off de la 2017/2018, se estrenó en la mejor Liga del mundo en la 2018/219 y aumentó su aportación goleadora, en la categoría de plata (2019/2020), con 15 dianas siendo clave en un tercer ascenso y, de vuelta en la élite, en la 2020/2021, anotó 8 tantos en 33 envites con los que captó la atención de Palma. “He madurado a nivel personal y, en la pista, también lo he hecho bastante y creo que se va a notar a la hora del regreso”, especifica.

La estancia en Burela permitió al jugador malagueño recuperar buenas sensaciones y, con confianza, desplegar todas sus cualidades sobre el 40×20. “Ha sido un año interesante que me ha servido para aprender, tener minutos y darme cuenta lo que me hace falta mejorar. Creo que he sido capaz de progresar lo suficiente para, ahora, ayudar al equipo de una forma diferente y mejor que lo hizo el jugador que se fue”. Desde que se marchó, Nando no perdió de vista a su antigua formación.

“He estado muy pendiente del crecimiento que ha tenido el club. Soy de la casa, he estado muchos años aquí y ver cómo ha evolucionado y consigue cosas grandes, es algo muy bonito y me siento orgulloso”. El pívot zurdo, por último, tenía decidido lo que hacer una vez terminado el último campeonato liguero. “Estoy bastante ilusionado y el proyecto que tiene este equipo, otra vez, va a ser ambicioso con jugadores conocidos y otros que han venido a ayudar a cumplir el objetivo. Creo que esto va a ser muy bonito”, destaca.