El pasado viernes, veíamos un nuevo ejemplo del compromiso cumplido del equipo de gobierno municipal con la inauguración de la piscina de Cartaojal. Un proyecto olvidado durante nueve años por el PSOE y que en tres años, Manolo Barón y el equipo popular en el Ayuntamiento han sacado adelante, refrendando su apuesta por los barrios y anejos de la ciudad.
Es alentador que en tan sólo tres años, y en época de dificultades económicas, Antequera salga en los medios de comunicación por cumplir promesas, y ya van más de ¾ del programa electoral de 2011 cumplido. A la ya comentada piscina de Cartaojal, hay que unir un sinfín de hechos y realidades en pro de Antequera y sus vecinos, como la bajada de un 25% del sueldo del alcalde con respecto del anterior, la reducción de las dedicaciones exclusivas de los concejales o la eliminación del cobro de dietas entre otros, con lo que se ha conseguido desprenderse de una amplia cantidad de gastos superfluos y con ello reducir el déficit presupuestario con el que se encontró el Ayuntamiento tras una larga etapa socialista. Destacar que Manuel Barón se desprendió de los dos coches oficiales que disponía el anterior alcalde socialista: un Citroën C5, para el uso de ciudad y que fue cambiado por el PP por un utilitario para el Patronado de Deportes y un Audi A4 para los viajes de más larga distancia, que se cambió para un coche patrulla para los anejos y barriadas de la ciudad, así como, la venta de las cocheras donde se guardaban dichos coches, utilizándose dicho ingreso para inversiones en infraestructuras para mejorar la ciudad. Se paga al día a los proveedores y han bajado impuestos como el IBI, o se han reducido a 0 las tasas de terrazas y se han mantenido igual la tasa de agua y basura. También destacar la apuesta por la mejora de las entradas de la ciudad, embellecimiento del centro haciéndolo más atractivo a turistas y antequeranos, reducción de un número considerable de barreras arquitectónicas, apuesta por el medioambiente como ha sido la reducción de la contaminación lumínica de la ciudad, apuesta por el reciclaje y aumento de zonas ajardinadas. Otra apuesta importante ha sido el deporte, con mejoras en infraestructuras y apertura de nuevas en anejos y barrios de la ciudad, así como la organización de importantes campeonatos nacionales e internacionales aportando importantes cantidades a la economía local. Y por último apuesta por nuestro patrimonio, significando una apuesta por mantener nuestra historia y promocionarla aumentando el turismo y los ingresos en la ciudad.
Hace tan sólo 3 años, Antequera era más reconocida en los medios nacionales por una gestión llena de despropósitos de unos nefastos gobernantes, que por su valor cultural e histórico. En 2011 “El Mundo” o “ABC” hablaban del “palacio fantasma” del socialismo andaluz, haciendo referencia a la delicada situación económica creada por malgastar el dinero en un Palacio de Ferias, donde se gastó el doble de lo presupuestado y a día de hoy sigue sin estar acabado al necesitar aún más inversión. O también el anterior alcalde socialista hablaba en un medio local de que el era un alcalde de despacho, que no le gustaba la calle. 
Hoy en día, en tres años se ha cambiado totalmente la imagen de nuestra ciudad y de nuestros gobernantes. Antequera desde Junio de 2011 es noticia en los medios nacionales no por dispendios económicos o una nefasta gestión, sino por las acciones por las que día a día Manuel Barón y su equipo de gobierno, dignifican la política, y les hace ser políticos de Estado, POLÍTICOS con mayúscula. La cercanía con el ciudadano y la gestión eficaz del día a día del Ayuntamiento les hace ser ejemplos de lo que debe de ser un político. El cambio a mejor que se nos prometió en mayo de 2011 a los antequeranos por parte del Partido Popular y él entonces candidato a la alcaldía Manuel Barón, es hoy una realidad. Ese cambio ha significado un cambio a mejor donde la ciudad a dado pasos de gigante, en época de austeridad, en su apuesta por la modernización y promoción de la ciudad, siempre y cuando manteniendo las líneas históricas de conexión con nuestras raíces, demostrando día a día que el dinero del contribuyente antequerano si se podía utilizar infinitamente mejor.