Medio centenar de queserías artesanas se han dado cita en Teba con motivo de su Feria del Queso, uno de los eventos más multitudinarios de la localidad donde convergen gastronomía, cultura y el amor por el buen queso

El aroma del buen queso vuelve a impregnar este fin de semana el interior de la provincia de Málaga. El motivo: la celebración de la Feria del Queso de Teba, Fiesta de Singularidad Turística Provincial, con más de dos décadas de historia. Una parada obligatoria para los mejores productores del país y una delicia para los amantes de lo artesano.

Entre el medio centenar de queserías participantes en esta edición- por la que pasarán en torno a 20.000 personas durante estos dos días- se encuentra la empresa gaditana Quesos de Ubrique, fiel seguidora del evento e histórica ganadora en numerosas ocasiones del concurso al mejor queso artesano en sus diferentes variedades. “Esta feria siempre es muy solicitada porque, además de que optan muchas queserías, también están presentes otro tipo de productores de la zona, lo que hace el día muy dinámico para los visitantes”, opina María José Santos, responsable del negocio.

Tal y como dice esta maestra quesera, el mercado gastronómico comprende a su vez productos autóctonos de la zona, como embutidos, mieles, vinos o repostería bajo el sello de Sabor a Málaga. Todo un escaparate en el que vecinos y visitantes tienen la oportunidad de comprar, catar y degustar una amplia variedad de quesos curados, semicurados, tiernos o frescos de alto estándar y con Denominación de Origen Protegida provenientes de diferentes puntos de España.

Una rica oferta culinaria y atractiva que se suma a la la programación cultural que ofrece el municipio estos dos días, con visitas guiadas y servicio de transporte por los lugares más emblemáticos del casco histórico.

En este sentido, Santos alaba la “extraordinaria” organización del evento al que lleva asistiendo al menos 7 años. “El ambiente es muy cómodo y familiar y el espacio está muy bien acondicionado, algo que es de agradecer porque así los quesos están resguardados. El Ayuntamiento está pendiente de todo, desde buscar alojamiento si hace falta, hasta llevarnos el almuerzo al stand. Parece una feria hecha a la carta”, ríe.

Al respecto, pone en valor la celebración de este tipo de ferias como una nueva oportunidad de negocio para las queserías que consiguen establecer contacto con dueños de empresas y pequeños comercios. “Prácticamente muchos de nosotros tenemos ya un distribuidor, pero este no siempre puede llegar a todos los rincones y ni mucho menos a todos los pueblos. La venta directa es importantísima, porque estás dando a conocer tu producto y eso son clientes futuros”, afirma.

Otro de los stands más aclamados cada edición es el de Quesos Mahón, artesanos de Menorca que ostentan una Denominación de Origen Protegida. “La gente nos conoce ya de todos los años, aunque todavía los hay que se sorprenden de que vengamos de tan lejos”, cuenta Vanesa Calderón, quesera.

Y es que el tener ya una clientela fija de múltiples puntos de toda Andalucía es la principal motivación de esta familia para cargar su furgoneta de quesos y montarse cada año en un barco destino Málaga. “Tenemos los billetes mirados tres semanas antes. Lo preparamos con bastante antelación. De hecho, guardamos mucho queso curado-el que más gusta- para poder traerlo a Teba”, cuenta.

La familia de Vanesa ha dedicado toda su vida a la elaboración y venta de este queso, caracterizado por su forma cuadrada y su sabor intenso y propio de la isla. “Cuando la gente prueba el queso, sabe que es de Menorca sin decírselo porque tiene un sabor muy particular y diferente a lo que estamos acostumbrados en la península. Allí solo tenemos vaca, nada de cabra, ni oveja”, detalla.

La Feria del Queso de Teba es también un homenaje al trabajo artesanal de todos estos queseros que mantienen vivo este patrimonio gastronómico durante décadas a través del talento y la pasión por lo que hacen. “Hoy en día es muy difícil llegar a una quesería artesana para comprar un buen queso de verdad y el nuestro es todavía más complicado de conseguir porque la mayor parte se queda en Mallorca, que es donde más se vende. Por eso estas ferias son importantísimas para dar a conocer el queso artesano y el quesero de verdad”, concluye.