Si, amigos míos, si yo fuera rico me encontraría en una situación… no sabría que hacer con tanto dinero. Se dice, se cuenta, se comenta, que siendo rico se ríe uno de la vida. Ya que al no tener preocupaciones de ningún tipo, puedes hacer lo que te venga en la gana. Pero claro está, si volvemos uno a la realidad se encuentra con que te has convertido en un hombre áspero, inhumano, y con que ya no te conocen ni tus amigos. Siempre pensarás en ti y eso será el principio de la intolerancia y de la maldad. Pero al ritmo que vas creciendo en calidad de vida, vas perdiendo en amistad, en satisfacciones, en ilusiones, y en la forma de vivir la vida. Pero siendo yo coherente tengo que decir, que si yo fuera rico, preferiría ser rico en amor, en humanidad, en ayuda al prójimo. Otro inconveniente que tiene el rico son la cantidad de gorrones pegajosos y pelotas que nada más que piensan en tu dinero. Por eso digo que es preferible vivir en la riqueza del espíritu y en la paz de Dios. Como también debemos ser justos y que cada uno que sienta lo que quiera. Si, amigo míos si yo fuera rico, ya nada sería lo mismo, y nada sería igual. Ya.