El endocrino de Clinica El Romeral de Antequera, Daniel Cabo, reconocido por Doctoralia con la máxima puntuación con certificado de excelencia por sus pacientes en 2019, escribe esta semana sobre la tiroides y el embarazo.

Durante la gestación se producen cambios importantes de adaptación en el organismo de la mujer con el objetivo de adecuarse a la nueva situación que acontecerá durante toda la gestación.

Los cambios son tanto estructurales, metabólicos, hemodinámicos, hormonales, psicológicos, entre otros.

Dentro de estos cambios, uno de los que cobra gran importancia es la adaptación del tiroides a las necesidades de la gestación. Concretamente, las necesidades tiroideas maternas durante la gestación aumentan para la buena formación del 1º trimestre, y sobretodo en la primera mitad del embarazo hasta que el feto sea capaz de formar su tiroides y producir sus propias hormonas tiroideas en torno a la semana 20 de gestación aproximadamente.

Afortunadamente la placenta dispone de recursos para poder realizar estos cambios con gran eficacia y seguridad, pero para ello toda la cadena de producción debe estar intacta

Todo ello implica que los valores de referencia de laboratorio de las hormonas tiroideas no sean los mismos que los de la población general, y deben adaptarse a los valores de la población gestante, de ahí la importancia de hacer un screening tiroideo a toda gestante en la 1º consulta, e idealmente, antes de la gestación a toda mujer con deseo gestacional para comprobar que no existen valores que puedan indicar una insuficiencia tiroidea durante la gestación, y que acabe asociando complicaciones durante la misma.

Existen alteraciones tiroideas durante la gestación que son fisiológicas y no requieren tratamiento como puede ser el aumento tamaño fisiológico de la glándula tiroidea o un leve hipertiroidismo 1º subclínico transitorio provocado por la BHCG placentaria.

Pero existen otras alteraciones tiroideas que podían existir previamente o no, si no disponemos de un control pregestacional, y que la gestación ha desenmascarado al provocar los cambios ya descritos.

Es importante interpretar bien estos cambios dado que muchos serán fisiológicos pero otros serán patológicos y requerirán tratamiento durante la gestación y puede que tras la misma también.

Las patologías tiroideas durante la gestación son:

  • Hipotiroidismo 1º: Puede ser debida a la falta de yodo o por causas autoinmunes y normalmente precisan tratamiento. Las complicaciones que se han asociado al mismo son diversas como pueden ser aborto, preeclampsia (HTA gestacional), parto pretérmino, bajo peso gestacional, afectación cognitiva del niño/a

 

  • Hipertiroidismo 1º: Puede ser fisiológico y en ese caso no precisa tratamiento, pero si resulta ser más severo precisa tratamiento dado que se asocia a más riesgo de aborto, parto pretérmino, bajo peso gestacional, muerte perinatal, preeclampsia. Las causas más frecuentes suelen ser por estímulo de BHCG (fisiológico), autoinmune o por bocio tóxico (patológicas)

 

  • Bocio y nódulos tiroideos: Es raro encontrar bocio en la población gestante de nuestro entorno dado que suele verse en zonas de deficiencia de yodo (España no es el caso excepto en algunas provincias que se puede solventar tomando sal yodada) o con el aumento de la edad, y no suele precisar tratamiento a no ser que se vean afectadas las hormonas tiroideas.

Los nódulos tiroideos en gestación tampoco son frecuentes pero si se detectan hay que estudiarlos, aunque no se suele realizar ningún tratamiento específico hasta finalizar la gestación.

La prevalencia de cáncer tiroideo es baja, pero en caso de que sucediera hay que individualizar cada caso.

  • Deficiencia de yodo: Las necesidades de yodo en gestación aumentan por aumento de su eliminación urinaria y acorde a cubrir las necesidades de producción de hormonas tiroides de la madre y del feto, y en consecuencia para que no haya insuficiencias con posibilidad de dar complicaciones gestacionales, sobretodo neurológicas y cognitivas.

Al parecer el yodo es importante para el desarrollo neurointelectual del niño/a desde el 1º trimestre, independientemente del estado tiroideo de la madre.

De ahí la importancia de suplementar ácido fólico y yodo con suplementos a todas las gestantes, incluso antes de la gestación para conseguir una buen cobertura desde la primera semana de gestación. Se recomienda mantener dicha suplementación durante toda la gestación y lactancia.

Las alteraciones tiroideas tras gestación en su 1º año postparto es otro periodo de adaptación tiroidea que se requiere conocer. En caso de no haber padecido patología tiroidea, las necesidades tiroideas se normalizan y los valores tiroideos vuelven a los previos de la gestación coincidiendo con los de la mayoría de la población general.

En caso de haber padecido alguna patología tiroidea durante gestación requiere un control postparto para valorar la necesidad de realizar algún estudio más o requerir/ajustar el tratamiento iniciado durante la gestación, dado que muchas alteraciones tiroideas leves durante gestación no precisan mantener o iniciar tratamiento tras el mismo, excepto los suplementos vitamínicos que hemos comentado.

Por tanto y a modo de resumen, los cambios tiroideos durante la gestación son múltiples y requieren una valoración e interpretación adecuada por parte del especialista de Endocrinología y Nutrición para valorar la necesidad de realizar pruebas diagnósticas y tratamientos específicos para adecuarse a las necesidades que la gestación precisa.

De esta manera se podrían evitar complicaciones innecesarias y prevenibles con un buen asesoramiento durante la gestación y lactancia, y si fuera posible, antes incluso de la misma para su programación.

Clinica El Romeral se encuentra en calle de los aclaradores, número 32, en el poligono industrial de La Azucarera de Antequera. Su horario de apertura es de lunes a viernes de 8.00 a 20.00 horas. Podrás solicitar cita o más información llamando al 952706854 o a través del correo electrónico info@clinicaelromeral.es