Las insistentes llamadas de las compañías de telefonía móvil o de los bancos a sus clientes o a aquellos que quieren convencer para que pasen a formar parte de sus usuarios tienen los días contados. El precedente lo ha abierto un abogado antequerano. Y es que Juan Manuel Rivera, director de la Asesoría Gerimar, ha recibido una indemnización por acoso telefónico y daños morales tras denunciar a la entidad bancaria Citibank.

Rivera explica que la denuncia fue interpuesta tras recibir llamadas telefónicas, al principio diarias y después cada 20 minutos, reclamando una deuda inexistente. Y es que a este abogado el banco le cargó en su cuenta un recibo de otra persona, cuyo importe reclamó en varias ocasiones sin obtener su dinero. Le siguieron llamando a su domicilio particular, al trabajo y a su teléfono móvil, a todas horas, para reclamar el pago de la deuda que realmente correspondía a otra persona.

Ahora, según la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico queda probado que Citibank, para reclamar una deuda «inexistente», estuvo realizando llamadas al teléfono móvil y personal de Juan Manuel durante meses. «Llamándolo incluso a horas nocturnas, a su centro de trabajo, reclamando incluso el importe de la supuesta deuda a la empleada del hogar de Juan Manuel y a los empleados del centro de trabajo, de modo que todos llegaron a pensar que era un moroso y que no abonaba el pago de las deudas contraídas», expone la sentencia.

Tras denunciar los hechos, el Juzgado de Instrucción número 1 de Antequera ha dictado sentencia condenando a Citibank al pago de una multa de 400 euros y a indemnizar a Juan Manuel Rivera por daños morales con 1.000 euros.

En este sentido, relata la sentencia, «la intimidación ejercida por el denunciante tenía como fin que por el mismo se pagara una deuda que afirmaba ser inexistente, como efectivamente reconoció la propia demandada€».

Y continúa el fallo judicial que «tanto en su lugar de trabajo como la propia empleada de su casa conocieran aspectos de su vida íntima que no tenían que ser conocidos por nadie», con lo que se producen los daños morales.

«Las llamadas las hacían desde Colombia y el juzgado no pudo obtener la lista de llamadas, pero sí pudieron demostrar con mi móvil que era Citibank» explica Rivera, que anima a quienes se han visto en su misma circunstancia a que denuncien: «la gente no se debe aguantar, porque esto lo hacen muchas empresas. La gente a veces paga para que no le molesten más, pero deben darse cuenta que por ley no les pueden denunciar de este modo».

Por su parte, la entidad Citibank, que no quiso realizar declaraciones a este diario, a través de las alegaciones escritas pidió disculpas al denunciante por las molestias causadas.

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