La visita del desahogado líder al «Mauli», caso del Linares, tras la honrosa derrota una semana antes en feudo del filial malaguista ponía sobre la mesa, de un lado, el poder ver al mejor equipo del grupo, con diferencia, y de otro el tratar de vender ante el mismo muy cara la piel, máxime cuando las urgencias por ganar de los primeros no acuciaban ni ponían en peligro su clara supremacía en el grupo.

Un Antequera C.F. que pagó cara su osadía de plantar cara al filial blanquiazul perdía para este partido a Heredia y a Marcos, dos puntales cuya necesidad de medio campo para atrás se hacía incuestio nable, aunque en todo caso la motivación para el partido sobraba adivinándose la misma desde el inicio en un once blanquiverde que desde el inicio tuvo el balón, la posición y las ocasiones, algo que se vio traducido en el primer gol obra de Isco en un lanzamiento raso que se introdujo junto al palo de Lopito (M.17), aunque ya el mismo Isco y Maero habían avisado en sendas acciones (M.4 y 15), que no terminaron en gol de verdadero milagro.

El Antequera lo siguió intentando con un generoso desglose físico hasta que Maero tras acción de Luis por banda batía por segunda vez la meta “linarense” (M.40). Sin embargo al borde del descanso una desgraciada acción en un balón servido sin aparente peligro en el interior del área fue convertido por Pablo Sanabria en el 2-1.


La dinámica en la segunda mitad cambió de manera radical y los cambios imprimieron otro ritmo de juego a un Linares que se apoderó del balón y que creo más peligro en la portería de Lara. Así las entradas por banda de Corpas por banda y la calidad de David Gámiz, pusieron en un brete una victoria local que se esfumó después de un error en defensa que Ángel transformó en el empate (M.83).

Foto: Antonio Miranda