De acuerdo con una encuesta realizada por Krissia, el 93% de españoles admite que va a la piscina porque les gusta, mientras que el 7% lo hace porque no les queda otra. Tanto para unos como para otros, además de ser sinónimo de vacaciones y desconexión, la piscina puede ser una muy buena opción para mantenerse en forma.

Los expertos de Krissia recomiendan poner en práctica los siguientes ejercicios:

Andar y correr. Para ir calentando, hay que colocarse en una zona baja de la piscina donde el agua llegue hasta la cintura y empezar a andar. Poco a poco hay que ir aumentando el ritmo hasta empezar a correr. Tienes que sentirte como si estuvieras arrastrando a alguien, ya que el agua actúa como barrera de resistencia a tu paso.

Abdominales. Para hacer estos ejercicios, debes colocarte en el borde de la piscina. En el caso de los abdominales superiores, hay que apoyar las piernas en el borde de la piscina, los glúteos pegados a la pared y las manos en el pecho; así, hay que ir subiendo y bajando. Es recomendable hacer varias series de repeticiones y combinar los abdominales cortos y largos.
Para los abdominales inferiores hay que colocarse en una zona donde el agua cubra hasta el pecho y darle la espalda al borde de la piscina. Apoya las manos en el mismo y eleva las piernas para después ir estirándolas y recogiéndolas hasta el pecho, así hasta varias series de repeticiones.

Sentadillas. Con el agua hasta la cintura, hay que ir haciéndolas como si estuviéramos fuera del agua. También se pueden alternar distintos tipos de sentadillas como la isométrica, sin subir ni bajar, o las sentadillas sumo, que es igual que la normal, pero con la apertura de piernas mayor que nuestras rodillas.

Bicicleta. Para hacer este ejercicio es necesario ir a la parte más honda de la piscina, de manera que nuestros pies no toquen el suelo. Como su nombre indica, se trata de pedalear en el agua y, cuanto más rápido lo hagas, mayor será la intensidad del ejercicio. Combina el sentido hacia adelante y hacia atrás, saca las manos fuera del agua e intenta elevar tu cuerpo al exterior para hacer el ejercicio más completo.

Después de esta rutina de ejercicios no olvides relajar los músculos y estirar, al igual que lo harías en el gimnasio. Haz esta rutina tuya, acompáñala con una dieta sana y equilibrada y siéntete mejor que nunca en verano.