Las entradas gratuitas, dos por persona, se deberán  adquirir dos horas antes de cada espectáculo

Debido a la pandemia del coronavirus y para poder velar mejor por la seguridad de los asistentes, el patio el Ayuntamiento de Antequera sustituirá a la Real Colegiata de Santa María como escenario principal de la cita más importante con el flamenco en Antequera, la Noche Flamenca, que este año se celebrará con una doble jornada los días 7 y 8 de agosto. Así lo ha comunicado la teniente de alcalde delegada de Cultura, Ferias, Tradiciones y Juventud, Elena Melero, quien ha presentado el cartel del evento junto con el aficionado local Antonio Muñoz. “Los días 7 y 8 de agosto podremos disfrutar de ese Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, como es el flamenco, en una ciudad con Patrimonio Mundial de la humanidad como es Antequera” manifestaba Melero. 

El emplazamiento ofrecerá un total de 99 localidades. Estas entradas serán gratuitas (dos por persona) y deberán ser retiradas en una taquilla ubicada en el exterior del recinto dos horas antes del inicio del espectáculo-a las diez de la noche- hasta completar el aforo disponible.

Para esta edición se ha querido contar con artistas locales y otros de reconocido renombre en el panorama artístico del flamenco. El día 7 de agosto se escuchará el cante de Luis Perdiguero y Esther Merino, la guitarra de Nono Reyes y Luis ‘El Salao’, las palmas de Tate Núñez, Cepa Núñez, Ramón Heredia y Luisa Chicano y el baile de Ana Pastrana y la antequerana y finalista de Tierra de Talento , Victoria Amador ‘La Rubia de Antequera’.

Por su parte, el sábado 8 se contará con la presencia de Manuel Cástulo y Chamizo al cante, Manuel Herrera y Andrés Cansino a la guitarra y el Cuadro Flamenco de Antonio de Verónica al baile. La presentación correrá a cargo de Francisco López.


Cabe recordar también las medidas de seguridad que se están llevando a cabo para el desarrollo de este tipo de iniciativas culturales, tales como el uso obligatorio de la mas arilla durante toda la actividad, el uso de gel hidroalcohólico a la entrada, la separación de sillas a 1.5 metros de distancia sin posibilidad de moverlas y numeradas y la presencia de personal de apoyo para el control de aforo y medidas de seguridad.