La Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla ha estado trabajando alrededor de un año con un retablo que data originalmente del siglo XVIII

La Archicofradía de los Estudiantes de Antequera ha recuperado el antiguo retablo original de la Virgen de la Antigua, ubicado en la nave del evangelio de la iglesia de San Francisco.

Técnicos municipales del Área de Patrimonio Histórico han procedido a la colocación del retablo una vez que se han completado las labores de reintegración y restauración, proyecto llevado a cabo directamente por la archicofradía, contando para ello con la colaboración de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Sevilla, que ha estado trabajando alrededor de un año con un retablo que data originalmente del siglo XVIII y que debido a las malas condiciones de conservación y humedades de esa parte de la iglesia fue retirado en los años ochenta del pasado siglo XX, conservándose desmontado hasta la fecha en el coro alto del templo.

El alcalde de Antequera, Manolo Barón, la teniente de alcalde delegada de Patrimonio Histórico, Ana Cebrián, y la teniente de alcalde de Cultura y Tradiciones, Elena Melero, han visitado la iglesia para ver el resultado de la restauración junto al hermano mayor de la Archicofradía de los Estudiantes, Juanma Vegas.

Una vez que se ha terminado de colocar, se procederá ahora a completar su ornato en la hornacina para cobijar al Santísimo Cristo Verde, titular de la Archicofradía de los Estudiantes y que desde hace ya varios años ha venido ocupando dicho espacio sin estar colocado el primitivo retablo, que en su día albergara el lienzo de la Virgen de la Antigua (una de las piezas más destacadas que pueden visitarse en el Museo de la Ciudad de Antequera).

«Se trata de un nuevo bien del patrimonio religioso de la ciudad que parecía que se iba a perder pero que, sin embargo, hemos podido recuperar», ha manifestado al respecto el alcalde Manolo Barón, quien ha trasladado su enhorabuena a la Archicofradía de los Estudiantes por haber llevado a cabo dicho proyecto en el que el Ayuntamiento ha colaborado a la hora de colocarlo en su ubicación original dentro de la iglesia de San Francisco.