La Sociedad Andaluza de Medicina Preventiva y Salud Pública ha inaugurado esta mañana en el Parador de Antequera su Jornada Intercongreso de 2019. Este evento científico formativo está dedicado en esta edición a las vacunas. En él participan un centenar de especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública de toda Andalucía, así como de otras comunidades.
En el acto inaugural han estado presentes tanto el presidente de la sociedad, Rafael Martínez Nogueras, como el director general de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica de la Junta de Andalucía, José María de Torres.
Durante la intervención del presidente de la sociedad médica, éste ha señalado la importancia de la prevención vacunal ya que «evita la producción de enfermedades en las personas. Además, una buena medicina preventiva de manera eficiente ahorra costes al sistema, de manera que el dinero que no se destina a las enfermedades se puede dedicar a otras cuestiones», afirmó.
Por su parte, el director general comentó al respecto que «desde la Junta hemos dado un fuerte impulso incorporando vacunas como la tetravalente o la meningitis. Estamos estudiando el calendario vacunal para renovarlo y ponerlo al día. Sin embargo, son actuaciones que comportan un desembolso presupuestario y actualmente nos encontramos hipotecados ya que el anterior gobierno se lo gastó todo. Hasta que no tengamos nuevo presupuesto no podemos avanzar», expresó.
Las jornadas buscan actualizar conocimiento por ello se debate sobre algunos de los retos que presenta el sector como la vacunación antigripal, la vacunación en el adolescente como un reto pendiente, el debate sobre estrategias de vacunación para mejorar las coberturas vacunales en el adulto, el entorno regulatorio de las vacunas y el futuro de las mismas. Las ponencias científicas formativas también tocan las bases inmunológicas de la vacuna frente al neumococo.
Según ha explicado Martínez, “en España la política vacunal ha permitido lograr elevadas tasas de vacunación, situadas actualmente entre el 90 y el 95 por ciento. Sin embargo, es necesario no bajar la guardia y pensar estrategias con las que mejorar la confianza en las vacunas; un instrumento terapéutico seguro y eficaz que evita millones de muertes cada año y que mejora la calidad de vida de quien se vacuna e incluso de quien no lo hace”.