Muchos días después

Por Manuel Hidalgo

Este relato lo voy a escribir hoy día veinte de la semana veinte del año dos mil veinte. Son mis conclusiones después de haber meditado sobre la evolución de sistema solar, de donde existen varias razas de supervivencia. Y en el que constan la estrella principal, el sol y sus nueve planetas. Giran alrededor de él, pero es que no es ni el comienzo ni el final de una supuesta vida que se basaría en unos mecanismos autónomos representados de varias formas y que se mueven independientemente. Formando una vida particular, esta vida se alimentan entre si llegando siempre hasta la destrucción por el tiempo que estoy pasando los habitantes que vivimos nos movemos de forma no metálica a través de distribución de oxigeno único combustible que tiene el corazón para su existencia pero yo me atrevería da decir que la nuestra vida es una de las mejores vidas posibles, porque llegaran otras en las que los seres vivientes solo sean un montón de hierros sin sentimientos, sin estado de ánimo, y sin estado de bienestar. Tan solo serán una montaña de chapa y hierros y sin tener corazón. Por supuesto serán autómatas pero nada más. Antes de llegar a un extremo será el momento de decir cuándo será el día en el que descubramos que ya ha desaparecido y las maquinas obsoletas y sin vida, y termino diciendo que habrá terminado la vida autónoma, o sea será todo un agujero negro.