Pendón de Antequera, junto a boceto de la escultura del Infante don Fernando

Desde hace más de dos años, el Museo de la Ciudad de Antequera (MVCA) comenzó un proceso de renovación de la museografía del recinto. Tras renovar la sala de la Prehistoria (sala II) con la introducción de imágenes recursos basados en la iconografía didáctica, para contextualizar las piezas que se exponen, se hizo lo propio con la sala III de Roma. Y ahora se quiere dar un paso más con la conversión de la primera estancia.

Desde hace años, esta sala ha acogido “símbolos de la cuidad”, con una variedad de piezas en las que se mezclaba entre otros, un documento histórico como el Pacto de Antequera firmado el 4 de diciembre 1978, para impulsar la autonomía de Andalucía; una pintura del interior del Dolmen de Menga, José María Fernández, o el pendón de Antequera. Sin embargo, se ha decido que pase a ser una estancia que englobe elementos relativos al conjunto megalítico y que definan por qué el Sitio de los Dólmenes es Patrimonio Mundial de la Unesco.

Con ello también se quiere hacer de “introducción” de la historia de la localidad y dar un mayor peso a la época en la que se construyeron los dólmenes, el Neolítico. Este proyecto de renovación, según explicó recientemente la concejala de Cultura, Ana Cebrián, va a cambiar la estética y, además, supondrá la reincorporación de unas piezas del MVCA, “que en su día salieron y no sabemos muy bien por qué”.

Las piezas que se han retirado, entre ellas también los bocetos de la estatua ecuestre del infante don Fernando -que se puede ver en el Coso Viejo, junto al MVCA) o del monumento a los Antiquiríes -en la plaza del Carmen-, obras de Jesús Gavira, se van a ir instalando en otras salas “donde está mucho mejor expuestos”, como apuntó Cebrián.

El objetivo del Museo de la Ciudad de Antequera es que tener lista la renovación de primera sala en el mes de febrero. De hecho, barajan como reapertura el Día de Andalucía.

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