Con el paso de los años la natalidad española ha ido descendiendo de forma considerable y cada vez las gestaciones son más tardías y la edad parental es mayor.

La influencia de nuestro estilo de vida y de jornadas laborales interminables tienen buena culpa de ello. Sin duda es un gran problema demográfico que no parece tener marcha atrás por el momento por la falta conciliación laboral y familiar.

El descenso en la natalidad y en la edad para tener niños influye en la aparición de diabetes durante la gestación

Esto finalmente acaba influyendo en nuestra salud cada vez más, pero lo que es más importante, en la de nuestros hijos. Todo lo que hagamos en nuestro día a día, y los estilos de vida que llevemos de forma habitual contribuye a la herencia de nuestra descendencia; y no sólo por la educación que les aportemos desde que nacen, que también, sino por los cambios epigenéticos que se producen en nuestros genes y que heredan nuestros hijos sin que hayan nacido todavía, sin que tengan culpa aún de nada; lo que viene a llamarse la programación metabólica. La diabetes gestacional y la obesidad maternal es una buena muestra de ello. La diabetes en gestación se clasifica de 2 formas.

Por un lado está la diabetes pregestacional: aquella madre que presentaba diabetes antes de la gestación y se queda embarazada. Por otro, la diabetes gestacional: diabetes que se produce en la madre durante la gestación y no estaba presente antes de la misma. Ambas tienen riesgo para el embarazo, tanto para la madre como para el niño, pero la primera está presente desde la concepción y la segunda suele desarrollarse a lo largo de la gestación, y por lo habitual de forma más leve. Ninguna está exenta de riesgos, dado que la mayoría de las veces, la diabetes en gestación es consecuencia de unas condiciones a las que está expuesto también el embarazo, y todos estos factores también influyen en la programación metabólica de la futura descendencia.

Por tanto, el principal objetivo para modular esta programación durante la gestación es la prevención antes de la misma con hábitos saludables donde la nutrición y el ejercicio físico son los pilares fundamentales, aunque también son importantes el dormir bien, vida social, realizar actividades y hobbies y disminuir el estrés, entre otros. En el caso de que nos diagnostiquen de diabetes gestacional o ya presentemos diabetes previa a la gestación, es preciso realizar también lo anterior descrito, pero además debemos controlar las glucemias durante la gestación hasta el parto.

El control de las glucemias es importante dado que un mal control durante la gestación se asocia macrosomía (niño grande con riesgo para el parto y posteriormente riesgo metabólico y cardiovascular para el resto de su vida), Preeclampsia (hipertensión en embarazo grave), parto pretérmino, hipoglucemia en parto, muerte perinatal, malformaciones (sólo en diabetes pregestacional), entre otros. La inmensa mayoría de la diabetes gestacional se puede controlar con la nutrición y ejercicio físico, pero si esto no consigue el control, y sobre todo en pregestacional, se precisará tratamiento de fármacos.