Los vecinos del Valle de Abdalajís se sienten cada vez más desplazados como municipio y se consideran «el pueblo olvidado de la comarca», pues, aunque se encuentre a escasos 20 kilómetros de Antequera y a 50 de la capital malagueña, ni sus carreteras ni sus servicios de transporte público hacen posible una correcta conexión con el resto de la comarca.

«El Valle posee las infraestructuras del AVE, el gaseoducto, el acueducto, y aun así es el gran olvidado de la comarca de Antequera» ha denunciado el alcalde de la localidad, José Romero, «no tenemos un servicio de transporte público que una al pueblo con la capital, pese a que estamos a doce minutos del Caminito del Rey, nunca se nos tiene en cuenta y aunque padecemos la problemática del hospital de Antequera, el Valle es el pueblo que siempre aparece en blanco en el mapa de la comarca».

Entre los habitantes de la localidad vallestera ha crecido en la última década un sentimiento de rechazo por parte de los municipios vecinos, pues siendo el pueblo más cercano al Caminito del Rey, jamás se han añadido imágenes de sus calles en las numerosas noticias sobre el enclave turístico de moda en el interior. El mérito y popularidad ha sido siempre para Ardales o Álora. «La carretera más peligrosa de la provincia de Málaga es la que va del Valle al Caminito del Rey», ha asegurado el primer edil, «No hay vallas de protección, está llena de agujeros en el asfalto, y es imposible que un autobús pueda circular por ella».

No siendo este el gran pesar del pueblo, Valle de Abdalajís lleva más de una década sin poder tener acceso a agua corriente tras la rotura de la balsa de agua por ADIF durante las obras del AVE, en marzo de 2005. Uno de los surtidores de la misma fue perforado por una tuneladora cuyo accidente provocó el despido de uno de los responsables de la empresa. Desde aquel momento, el acuífero sólo es apto para el riego puesto que el agua quedó contaminada para siempre por el sulfato de trietilo, compuesto usado en la impermeabilización del túnel.

Además, el continuo paso de los camiones que cargan el agua ha deteriorado más aún el estado de las carreteras «tenemos una carretera con el mismo trazado original que une las comarcas de Antequera y Guadalteba y un proyecto de mejora de carreteras que se abandonó en los años 80 y que seguimos reivindicando. Los camiones de agua destrozan el asfalto, dejando al pueblo totalmente incomunicado con el resto de pueblos de la comarca» se ha lamentado el alcalde.