En unos días celebramos el XXXIII aniversario de la consecución de la autonomía andaluza y es en ese proceso histórico, donde nuestra querida tierra, Antequera, se convierte en una plaza clave para la consecución de la misma.

La Constitución de Antequera de 1883 fue un proyecto de los andalucistas que propugnaban el federalismo cantonal. Un concepto que años después retomaría Blas Infante en las asambleas andalucistas de Ronda (1918), donde se produjo la primera petición formal de autonomía con bandera, himno e identidad, y Córdoba (1919), en la reunión de las Diputaciones Provinciales andaluzas de 1932 en Sevilla y en la Asamblea de Córdoba de 1933. En ellas se sientan las bases del andalucismo como doctrina y se perfila el Estatuto de Autonomía.

Años más tarde, en 1978 once fuerzas políticas firmaron en Antequera el Pacto Autonómico Andaluz, conocido como “Pacto de Antequera”, donde los representantes de los partidos firmantes coincidieron en señalar que este documento era el más importante de toda la historia de Andalucía y señalaron como objetivo principal la resolución de los problemas políticos, económicos, culturales y sociológicos de Andalucía.

En virtud del pacto los partidos firmantes -PSOE, UCD, PCE, AP, DC, PTA, PSA, ORT, ID, RFE (Reforma Social Española) y ACL (Acción Ciudadana Liberal) se comprometieron oficialmente a impulsar y desarrollar los esfuerzos, encaminados a conseguir para Andalucía, en el más breve plazo de tiempo, la autonomía más eficaz en el marco de la Constitución. Para el logro de esta finalidad los partidos se comprometieron asimismo a:

– Promover en el seno de la Junta de Andalucía la iniciativa del proceso autonómico en la primera reunión que dicha Junta celebre a tal fin con carácter extraordinario tras las elecciones municipales, la constitución de los nuevos ayuntamientos y las diputaciones andaluzas y la conformación de la Junta de Andalucía de acuerdo con el decreto-ley que la crea.

– Promover a través de los medios constitucionales adecuados en todos los ayuntamientos de Andalucía la iniciativa autonómica en acción coordinada por la Junta de Andalucía.

– Apoyar a través de su representación en las Cortes las iniciativas precisas y aprobar en su caso las leyes necesarias en el marco de la Constitución para conseguir el objetivo autonómico especificado en el punto primero.

– Apoyar el proyecto del Estatuto de Autonomía que elabore la Junta y aprueben los órganos que a este fin determina la Constitución. Los miembros del grupo de trabajo emanado de la Junta deberán intentar en todo caso llegar a soluciones acordadas por consenso que hagan que dicho borrador de Estatuto sea representativo de la voluntad de todo el pueblo andaluz y susceptible de ser aceptado por todas las fuerzas políticas que suscriben este pacto. La Junta de Andalucía, en contacto con los partidos no representados en ella y firmantes del pacto, establecerá los medios de participación de los mismos en la elaboración del Estatuto de Autonomía.

– Defender la aprobación del citado Estatuto de Autonomía cuando éste sea sometido a la decisión del pueblo andaluz.

– Apoyar en actuación del principio de solidaridad establecido en la Constitución las medidas legislativas y de gobierno encaminadas a la eliminación de las diferencias económicas y sociales existentes actualmente entre Andalucía y otras nacionalidades y regiones de España.

Finalmente, el pacto contenía una cláusula según la cual la Junta de Andalucía exigirá con el apoyo de los partidos el más rápido proceso de transferencias de competencias que hagan posible en el marco de la Constitución una actuación eficaz del Gobierno preautonómico, para resolver cuantos asuntos afecten a los intereses generales del pueblo andaluz.

Hoy en día, desde Antequera como cuna del andalucismo o desde cualquier rincón de nuestra región, recogiendo el consenso de su constitución, debemos trabajar desde el acuerdo y la unión por un mismo proyecto común, para construir una mejor Andalucía, la mejor tierra donde vivir. ¡VIVA ANDALUCÍA!

Antonio García Mendoza

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