Dios te salve Reina y Madre de la Paz,
Marinera del alma, Vigía de nuestras vidas,
Capitana de la tierra, el cielo y el mar,
La más esbelta flor de tu altar.

Dios te salve Madre Misericorde y Piadosa,
Tu que inspiras la inocencia de un Niño de Dulces Miradas,
Tu que eres Luz en la sombra de la Buena Muerte,
Tu que con Dulce Mirada consuelas al afligido,
Eres la Madre de Dios, Reina celestial.

Dios te salve Madre de la eternidad
plena en virtudes que concentras en tu dulzura,
que cada Viernes Santo a la Citarilla deslumbras con tu belleza
siendo razón de una felicidad verdadera.

Dios te Salve Madre del Amor y de la Esperanza
Tu que eres luz de luna en la noche
Tu que eres estrella en la Mar
Tu que bajaste del cielo a Antequera,
Para convertirte en Reina Coronada de la Paz

ANTONIO GARCÍA MENDOZA